Compromís advierte de las posibles multas millonarias a Alicante

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica,Isaura Navarro, ha recibido a una delegación de la CAL – Coordinadora Alicante Limpia -, tras su regreso de Bruselas para visitar el Parlamento Europeo. La delegación de la CAL ha acudido junto al concejal del Grupo municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante, Rafa Mas, quien ha hecho posible el encuentro. En la reunión también estuvo presente el director general de Cambio Climático y Calidad Ambiental Joan Piquer, con la finalidad de dar a conocer de primera mano las reuniones mantenidas por la CAL en la sede del Parlamento europeo.

Para Rafa Mas “En Alicante no se está fomentando la conciencia cívica, no se está reduciendo la producción de residuos ni mejorando la selección en domicilio. La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados nos obliga a ser muy escrúpulos y eficientes en la recogida selectiva. Esta negligente gestión de los residuos en Alicante nos va a salir muy caro a nivel medioambiental y económico”.

Un aspecto relevante de la reunión, y muy positivo para los objetivos de la CAL, fue la constatación de que los fundamentos en los que la CAL ha basado la Petición realizada ante el Parlamento Europeo, tal y como se refleja en la recién aprobada Ley 5/22 de 29 de noviembre de la Generalitat, de residuos y suelos contaminados para el fomento de la economía circular en la Comunitat Valenciana, son totalmente correctos y que con esta ley el Plan local de residuos de la ciudad de Alicante no tiene más remedio que revisarse, pues lo que hasta ahora eran recomendaciones ahora son materia de ley y, por lo tanto, sujetas a un régimen sancionador, como bien pusieron de manifiesto, tanto la Consellera como el Director general. 

Todo ello confirma lo que la CAL lleva pidiendo desde que se conoció el primer borrador del plan local y que la concejalía de Medioambiente, que dirige Manuel Villar, lleva desoyendo de forma irracional y sistemática desde entonces. El resultado de esta forma de gobierno de espaldas tanto a la ciudadanía como a la realidad de la emergencia climática que vivimos, no es más que un retraso absurdo en poner en marcha los cambios necesarios, además del “despilfarro” de alrededor de 140.000 euros que costó la redacción del Plan local de residuos que nació muerto pues a un año de su aprobación sigue sin haberse implantado ni uno de sus puntos.Ahora solo queda saber cuánto le va a costar a la ciudadanía alicantina la reescritura del Plan y qué ha hecho este equipo en los más de tres años y medio que llevan en el gobierno local, afirman los portavoces de la CAL.