El lado oscuro o el mundo visto desde una patera

En la última hora de ayer lunes, llegó hasta la costa alicantina una patera con 23 inmigrantes a bordo, entre ellos, varias mujeres y niños. En otras 4 barcazas llegaron hasta 81 personas. Es la enésima ocasión en la que este tipo de embarcaciones llegan hasta nuestra costa, y con estos últimos se superan ampliamente las 23.000 personas que han llegado hasta nuestro país en 2021. 

FRANCISCO CARRERA

Algo tendremos que estar haciendo muy mal en el primer mundo para que esta situación se repita día tras día, y tengamos que ver escenas como estas, hace unos meses en Canarias, hoy en Alicante y durante todo el año en cualquier sitio de España.

Algo estaremos haciendo muy mal para no poner coto a una situación que no ayuda a los países en origen, que permite que niños pequeños se lancen a una aventura que no les toque, y que puede, no solo robarles la infancia sino la vida en sí misma.

Algo estaremos haciendo muy mal para que estemos permitiendo que las mafias sigan estafando a esta gente prometiéndoles que van a llegar al paraíso, cuando lo único que van a lograr es pobreza, miseria o ser devueltos a sus países de origen. Y en el peor de los casos, la muerte en medio del océano. 

PARCHES Y SOLUCIONES

Cuando cualquier partido, sea del corte que sea, pone sobre el problema de la inmigración, como tema a considerar a tratar, pero de verdad, poniendo soluciones y no parches, cuando un partido trata  de poner todos los medios para que no haya cada tragedias en el mar, ya es tildado de xenófobo, de racista y demás lindezas.

Y no estamos ante un problema político, ni de rivalidad entre partidos, estamos ante una cuestión de humanidad, de que no se muera la gente en cayucos. Eso es lo principal, que un niño no tenga que viajar congelado de frío, muerto de miedo, sin entender nada a un lugar del que desconoce todo. Esa es la raíz del tema.

Y mirar hacia otro lado como si este tema no existiera, como si 23.000 personas no hubieran hecho lo mismo que las que han llegado a la costa de Alicante, es negar la mayor, y es de practicar una política miserable.

Y de ser, humanamente aún más miserable por no preocuparse de cortar el problema.