Ismael Serrano: «Soy un ser humano de cuadro clínico complejo»

En el día de hoy entrevistamos al cantautor Ismael Serrano porque vuelve a Alicante a actuar en el Teatro Principal.

Vuelve a escuchar la entrevista a Ismael Serrano de nuestra sección de música de La Millor Terreta del Món en nuestro podcast de Ivoox.

Era 1997, el año que publicó ‘Atrapados en azul’, un disco que lo hizo famoso de golpe en España y en América. Eran canciones, varias, que miraban atrás (“hace veinte años vivías atrapado en el gris”) para ajustar cuentas desde el presente con una frase, en su canción más emblemática, que sirvió de bala fantasma a una generación: ‘Papá, cuéntame otra vez’.

A Ismael Serrano aquel éxito vallecano, por ponernos locales, se le escapó a Latinoamérica, donde se entendió tan bien como en España el mensaje. Y prefiguró un Ismael Serrano al que resultaba imposible entrevistar sin las etiquetas sabidas de café, guitarra, estudiantes y hoguera que a su generación le fueron colocando indiscriminadamente. El milagro de ‘Seremos’ es que vuelve a despojarse de todas sin abandonar una sola causa. 

• ¿Por qué decidiste iniciarte en el mundo de la música?

Siempre me apasiono la música, siempre me emociono. Cuando era adolescente me servía para liberarme , descubrí su poder terapeútico. Siempre me ha acompañado la música. La música me permitía decir cosas que no me atrevía a decir de otra manera.

Todas las personas que se suben a un escenario intentan combatir la soledad, el miedo a la pérdida, a la renuncia.

• Han pasado muchos años desde que publicaste tu primer disco. ¿Cómo viviste en ese momento el gran acogimiento que tuvo?

Sorprendido como también lo estuvo la compañía. Empezó a sonar ‘Papá, cuéntame otra vez’ y empezó a gustar.

• “Papá, cuéntame otra vez”, es una de las canciones favoritas entre el público. ¿Qué significa para ti esta canción?

Es la canción que me abrió puertas. Es el único single con el que creo que acerté. Después, ya deje de elegir singles y se lo dejé a la compañía.

• Siempre se te ha definido con la imagen de hombre de café, guitarra etc y todas esas etiquetas que ya conoces, pero, ¿cómo te definirías tú?

La capacidad de que un artista cree más que un don es un défecit. Muchas veces escribimos para librar un duelo o expresar un sentimiento.

Soy un ser humano de cuadro clínico complejo, alguien que ha aprendido a lo largo de los años unos cuantas cosas.

• Tu padre siempre compone una letra en todos los discos que sacas, en el último  “Derramando nuestros sueños”.  ¿Cómo surgió la idea la primera vez? ¿ Con cuál te quedas de todas las que ha hecho?

Es una tradición que hice en el primer disco y la sigo manteniendo.

• ¿Es tu primera vez en Alicante? ¿Qué vamos  a ver en la actuación de esta semana en el Teatro Principal?

No, no es mi primera vez. Con cada gira y nuevo disco venimos. Estamos llevando un espectáculo que tiene mucho de obra de teatro. A mi me gusta no solo cantar mis canciones, sino también contar historias sobre ellas. Es prácticamente una obra de teatro que empieza con una voz en off haciendo una entrevista.

En verano de 2020, año de la pandemia, escribe los versos de ‘Un último acto de rebeldía’. Por ahí se entienden estas trece canciones que levantan un corpus extraordinario, el de un poeta en estado de gracia que se sacude las contradicciones y destruye los clichés en donde los prejuicios más perezosos lo incluyen. No hay nada en el álbum que remita a los tics del exterior y sí un despliegue formidable de música con socios como Pablo Alborán en ‘La primera que despierta’ o de Jimena Ruiz Echazú en ‘Cuando llegaron ellas”.. O en ‘Porque fuimos’, con Clara Alvarado y Litus, donde se proyecta el disco entero: la advertencia adulta de mirar más allá del suelo, a superar un tiempo que explícitamente no se nombra pero que empapa el disco; recoge los cristales rotos por el virus y los recompone para recordar cómo eran antes de fabricar unos nuevos.