La Cova de l’Or: Un santuario que nos revela los misterios del neolítico en Beniarrés

Un viaje en el tiempo desde la caverna alicantina hasta la importancia arqueológica del neolítico en la península ibérica.

Hoy en la Millor Terreta del Món nos ha visitado Jorge Soler, arqueólogo apasionado de su trabajo y  jefe de la Unidad de exposiciones y difusión del MARQ desde 1991. También es conservador de Prehistoria en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante y en la actualidad es, además de director del MUBAG, co-director del proyecto Cova del l´Or .

La Cova de l’Or, ubicada en Beniarrés, ha sido un yacimiento arqueológico clave para comprender el Neolítico en la fachada mediterránea de la Península Ibérica. Después de décadas en la oscuridad, la cueva se ha iluminado como un santuario musealizado. Descubierta en los años treinta, excavaciones dirigidas por Vicente Pascual Pérez y Bernat Martí Oliver revelaron su importancia en el Neolítico Antiguo. La presencia de cerámica simbólica sugiere que la cueva fue un santuario ceremonial. Tras siglos en silencio, la Cova de l’Or emerge como un testimonio tangible de nuestro pasado ancestral.

Les invitamos a sumergirse en una escena misteriosa en una caverna de la montaña alicantina, donde varias familias participan en lo que parece ser un ritual ancestral. Ataviados con pieles y colgantes de huesos, estos individuos se concentran en la tarea, moliendo plantas y preparando cuencos con semillas, posiblemente como ofrendas. Las cerámicas cardiales en el lugar muestran la figura de un orante con brazos en alto, quizás representando a su Diosa. A medida que amanece, la luz del sol ilumina la cueva, marcando el inicio de la ceremonia prehistórica. Lo que estos protagonistas de la prehistoria no podrían imaginar es que, seis mil años después, la comunidad científica estaría tratando de descifrar el propósito de sus acciones en la Cova de l’Or, un lugar único en la sierra de Benicadell.

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