La Unió Gremial traslada a la ministra Reyes Maroto las demandas del comercio valenciano.

En una sesión de trabajo organizada por CONPYMES, con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, representantes de la Unió Gremial le han expuesto a la ministra las principales preocupaciones del comercio tradicional de la Comunitat Valenciana, así como las líneas de trabajo de la organización.

Una de las líneas de trabajo fundamentales para la Unió Gremial, es garantizar la interlocución entre el comercio tradicional de la Comunitat Valenciana y las diferentes administraciones. Por eso, hoy, representantes de la patronal autonómica del comercio y la pequeña empresa han trasladado a la ministra de industria y comercio las principales reivindicaciones del sector.

Durante el encuentro, que se ha producido tras la sesión de Junta Directiva de la Confederación Nacional de PYMES, a la que han asistido los representantes de la Unió Gremial, su presidente Juan Motilla y la vicepresidenta, Vanessa Cárdenas, han explicado a la ministra la necesidad de implantar una tasa por el volumen de negocio en suelo público que generan aquellos operadores de distribución que superan el millón de euros en operaciones anuales. Del mismo modo que la hostelería o la venta no sedentaria está sujeta a una legislación que contempla el pago de tasas e impuestos por ocupación de la vía pública, debe establecerse un marco legislativo en las mismas condiciones para los grandes operadores que cada día, con mayor frecuencia invaden nuestras calles con furgones de reparto y compensar así, también las emisiones de CO2 que su efecto produce y el volumen de residuos de embalaje que esto conlleva.

Desde la patronal valenciana también denunciaron que con la legislación actual que permite la apertura de 90 horas semanales, el comercio tradicional queda en una posición de clara desventaja competitiva con modelos depredadores de las grandes superficies y por otro lado a nivel personal dificulta el relevo generacional y la pervivencia de un modo de vida necesario para la vertebración de nuestra sociedad.

El debate de la reforma de los horarios en el trabajo y de la búsqueda de un modelo que posibilite la conciliación, la reducción de emisiones de CO2 y una mayor calidad de vida para la ciudadanía, el comercio local es el gran ausente, mientras no se regule un marco comercial más justo, no habrá posibilidad de debate en materia de horarios para el sector.

En la misma línea, desde la Unió Gremial apuntaron la urgencia de volver establecer un marco que regule los periodos tradicionales de rebajas, y evitar las prácticas desiguales que imponen las grandes empresas y cuyos efectos son imposibles de paliar para las pequeñas tiendas, además suponen el fomento de unas prácticas de consumo desmedido e irresponsable, que nada tienen que ver con el crecimiento sostenible que pretendemos en la actualidad.