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El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido la importancia de la “alianza” entre “ciencia, instituciones y empresas” que representan los Premios Rei Jaume I y ha situado sus valores como “coordenadas para seguir avanzando”.
Así lo ha señalado durante su intervención en el acto de proclamación de la 35 edición de los Premios Rei Jaume I, celebrado en el Palau de la Generalitat, donde se ha dado a conocer el resultado de las deliberaciones de los jurados, en las que han participado 21 Premios Nobel.
“Igual que la ciencia es la luz que ilumina la oscuridad, los Premios Jaume I han sido, son y serán un faro, un faro que inspira a la sociedad valenciana, que la referencia internacionalmente”, ha dicho el president, quien ha dado la enhorabuena a las personas premiadas por su “esfuerzo”, “constancia” y “determinación”, que les ha hecho merecedoras de los premios “más importantes de la ciencia española”.
Ximo Puig ha subrayado en este sentido que los galardones proyectan un “itinerario clarividente”, centrado en la “búsqueda de nuevas fronteras científicas y tecnológicas con base en el humanismo”, la protección medioambiental “sin negacionismos irresponsables” y el “impulso al espíritu emprendedor”, que forma parte del “ADN mediterráneo”.
La “semilla de ilusión que plantó Santiago Grisolía” ahora hace 35 años “ha germinado, se ha robustecido y ha mejorado nuestra sociedad”, y “la sociedad valenciana ha consolidado un camino que no se puede desviar”. “Ya lo vimos en otro tiempo: los atajos a la prosperidad abocan al precipicio; el cortoplacismo acaba despeñando a un país”, ha agregado.
Ha subrayado por ello que los valores que emanan de estos premios fijan esas coordenadas para “seguir avanzando”. Se ha referido así a que “la investigación y la ciencia” son los “nutrientes del progreso” y también ha incidido en la transferencia de conocimiento, que eleva la productividad”; “la recuperación y promoción del talento, que inspira a la sociedad”; “el humanismo, que cohesiona la sociedad”, y “la razón, que configura una sociedad de respeto”.
“Por tanto, investigación, transferencia, talento, humanismo y razón”, ha reivindicado el president, que ha incidido en el llamamiento anual al humanismo que suponen los Premios Rei Jaume I, una invocación “que nos aleja -ha dicho- del negacionismo climático, del negacionismo democrático, del negacionismo de la razón”.
Puig ha trasladado, asimismo, su agradecimiento a las personas e instituciones que apoyan estos galardones por “la cooperación de todos estos años”, y, en particular, se ha referido a la “generosidad” de la Fundación Valenciana Premios Rei Jaume I, a la “lealtad a la Comunitat Valenciana” de los jurados y al “compromiso” mostrado por “la sociedad civil”.
El president también ha destacado la “atinada” declaración de los Premios Nobel sobre los retos a los que se enfrenta la sociedad con la inteligencia artificial, que puede representar una “nueva frontera para la ciencia y la tecnología”, y ha señalado que será “decisivo” para ello “aplicar los mejores valores ilustrados”.
“Tienen años, pero no son viejos; son el escudo ético para alejar los miedos, para tomar partido por la ciencia y para proyectar luz sobre la oscuridad”, ha añadido Ximo Puig.
El jurado de los premios Rey Jaume I ha otorgado el premio en la modalidad de Investigación Básica a Antonio Echavarren Pablos, catedrático de Química Orgánica por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor investigador del CSIC y Group Leader en el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), por sus aportaciones a la química orgánica, especialmente centradas en la catálisis, que han permitió aumentar la eficiencia de las reacciones químicas para producir medicinas y otros nuevos materiales.
Sus contribuciones más importantes han sido en catálisis con oro, con el establecimiento de los fundamentos que han guiado el descubrimiento de nuevas transformaciones por otros grupos de investigación. Su grupo fue uno de los pioneros en química del oro, al descubrir que los catalizadores de este metal son los más selectivos para la activación de alquinos.
En cuanto a la categoría de Economía, ha obtenido el galardón Olympia Bover Hidiroglu, doctorada en Economía por la London School of Economics e investigadora asociada del Institute for Fiscal Studies Research Fellow del CEPR y fellow de la European Economic Association (EEA), además de expresidenta de la Asociación Española de Economía (AEE). Asimismo, es economista del Banco de España desde 1991 y actualmente desempeña su labor como directora del Departamento de Análisis Estructural y Estudios Microeconómicos.
Este premio reconoce el trabajo de Olympia Bover en el campo de la microeconomía aplicada, donde ha llevado a cabo importantes estudios empíricos sobre los mercados de trabajo y de la vivienda y sobre el comportamiento de los hogares. Destaca por haber introducido relevantes innovaciones metodológicas en el análisis de datos de panel y de encuestas de hogares, y su trabajo ha sido influyente tanto en la comunidad académica como en el mundo de la política.
Asimismo, en Investigación Médica el galardón ha sido otorgado a Guillermina López-Bendito, doctora en Neurociencias, profesora de investigación y directora del Departamento de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto impulsado por la Universidad Miguel Hernández y el CSIC, que está reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa.
El galardón se le otorga por su estudio de los procesos que subyacen a la formación de las conexiones neuronales, donde demuestra que son fundamentales para una función cerebral normal. Su investigación tiene como aspiración a largo plazo reparar conexiones neuronales defectuosas en pacientes con defectos sensoriales como la ceguera.
El Premio Rei Jaume I a la Protección del Medio Ambiente ha recaído en Carlota Escutia Dotti, doctora en Ciencias del Mar e investigadora científica en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Escutia ha ocupado cargos en la Universidad de Stanford, el Servicio Geológico de EEUU y el Programa de Perforación Oceánica de la Universidad de Texas A&M, además de coordinadora del Scientific Committee for Antarctic Research (SCAR) y representante española en el Antarctic Treaty Organization.
Se reconocen con el galardón sus contribuciones pioneras en la comprensión de las condiciones ambientales cambiantes en los mantos de hielos antárticos, el océano austral y la biota y su impacto en el sistema climático global. Como investigadora principal en numerosos proyectos de investigación, incluido el liderazgo de la Expedición 318 del Integrated Ocean Drilling Program (IODP), ha realizado descubrimientos pioneros que han sido fundamentales para avanzar en el conocimiento de la dinámica de la capa de hielo antártica y la importancia de los niveles atmosféricos del dióxido de carbono en la historia glacial del Cenozoico.
En la categoría de Nuevas Tecnologías, el galardón ha recaído en Daniel Maspoch Comamala por su trabajo centrado en el avance de la nanotecnología y la química para el diseño y desarrollo de materiales reticulares porosos y sistemas de liberación de sustancias para distintas aplicaciones. En concreto, el jurado ha tenido en cuenta sus logros en la administración de fármacos para el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular; el desarrollo de tecnología de microencapsulación biodegradable, además de su dedicación a la formación de personal investigador y atracción de talento.
Maspoch es licenciado en Ciencias Químicas por la Universitat de Girona (UdG) y doctor en Ciencia de Materiales por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB)/ Institut de Ciència dels Materials de Barcelona (ICMAB-CSIC) Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2). Además, es jefe del grupo Nanoquímica y Materiales Supramoleculares del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2).
Finalmente, el Premio Jaume I en la modalidad de Emprendimiento ha sido para Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de Cascajares, empresa dedicada al sector de la agroalimentación, con diversas líneas de acción, desde la cría de animales hasta la hostelería o la elaboración de productos de marca blanca.
El jurado ha destacado la tenacidad y resiliencia en el desarrollo de su proyecto empresarial, así como su apuesta por la innovación dentro del sector de la alimentación. Se destaca igualmente su carácter pionero en el sector primario, su conciencia medioambiental y sus aportaciones a la economía circular, la recuperación del medio rural y la inserción laboral de personas con necesidades especiales.
Escrito por Adm-TRD
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