Marxismos de Groucho y de Karl

Supongo que ustedes en alguna ocasión habrán visto la famosa escena de Los Hermanos Marx en el oeste, en la que Groucho, ese genio inmortal del humor no dejaba de gritar aquello de “más madera, es la guerra”.

La frase se la dirigía a sus hermanos, Harpo y Chicco, y entre los tres conformaban una escena delirante de la historia del cine. 

Algo así parecido se está viviendo en esta comunidad autónoma, que se traslada directamente a nuestra provincia. Y es que el tripartito que conforma el pacto del botánico está así, echando más madera al fuego de en la caldera de ese tren de viajeros que se llama Generalidad valenciana. Y es que la guerra entre Groucho, Harpo y Chico, o sea, el PSPV, Compromís y Unidas Podemos es algo ya que ninguno de ellos disimula.

Una tasa injusta

El problema fundamental es ahora la tasa turística que las dos últimas formaciones del tripartito quieren implantar sobre todo el sector: hoteles, apartamentos, etc, y que supondría la puntilla final a una empobrecida y rota industria que ha pasado el último año y medio en la más absoluta ruina. El querer impulsar un  nuevo impuesto es una medida tan absolutamente rechazable, que hasta el propio presidente de la Generalidad, Ximo Puig, no la ve con buenos ojos, y se ha limitado a decir que habrá que estudiarla. Que es algo así como decir que ni de broma, y menos teniendo el horizonte de unas elecciones autonómicas que el presidente se está pensando muy mucho el adelantar. 

Sea como fuere, si esta medida llegase a entrar en funcionamiento sería la perdición absoluta, el hundimiento de toda la Economía con  mayúsculas y de un sector tan fundamental para Alicante como es el turístico. Acabaríamos como el tren de los Marx, en el cascarón para poder alimentar la locomotora, al grito de Groucho de “más madera, es la guerra”. Y es que ya se sabe cuáles son las consecuencias del marxismo… de todos los marxismos en general.