A debate: ¿Debe derribarse el Puente Rojo por obsoleto?

Algunas asociaciones vecinales exponen su visión sobre esta infraestructura, aunque consideran que los barrios tienen otros problemas.

En Alicante se está debatiendo con intensidad la continuidad o no del Puente Rojo, de nombre oficial Puente del V Centenario. El Puente Rojo es una estructura inaugurada en 1990 por Joan Lerma como parte de la Gran Vía, una de las infraestructuras clave en la ciudad en las últimas décadas. En su momento fue una solución para sortear las vías del tren por elevación, y con el paso de las décadas se ha convertido en un tema de debate debido a su posible obsolescencia.

Su eliminación propiciaría un ambiente más armonioso en términos urbanísticos y aumentaría el confort de los residentes que actualmente lo tienen frente a sus ventanas y balcones, aliviando la exposición al dióxido de carbono generado por el tráfico en esa zona.

Un aspecto importante a considerar es el carácter de frontera que el Puente Rojo representa entre los barrios de La Florida y San Blas. Esto crea una división física y visual entre estos vecindarios, lo que se compara con la segregación que han ejercido las vías del tren entre diferentes distritos de la ciudad.

Por lo tanto, la eliminación del Puente Rojo se propone como una medida que mejoraría la estética de la ciudad.

Pero, ¿qué piensan los vecinos? Hemos hablado con Isabel Molina presidenta de la Asociación de Vecinos ‘Princesa Mercedes’, Lorenzo Díaz, vocal de la Asociación de Vecinos PAU 2 – San Blas, y Amanda de la Asociación de La Voz de la Florida.

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