SATSE: “La Conselleria de Sanidad culmina la OPE de “desestabilización” con un examen que calificamos de “despropósito”” 

La Conselleria de Sanidad ha acabado con el sueño de miles de opositores de obtener una estabilidad laboral y poner fin a la precariedad laboral que arrastran desde hace años. Después de estar preparando esta oposición desde años al tiempo que trabajaban luchando contra la Covid,  la Conselleria de Sanidad les “castiga” y “humilla” con el examen de 70 preguntas que presentó ayer a los 24.537 opositores que se presentaban este examen para conseguir una de las 3.817 plazas. Una oposición que la Conselleria lleva retrasando desde 2019, cuando se celebró la OPE de Estabilización en el resto de las comunidades autónomas del Estado. 

Tras el examen, ya se vivieron en los Campus de Valencia, Alicante y Castellón momentos de nervios por el tipo de preguntas que se habían realizado, mucha indignación y sensación de que se había sacrificado la vida familiar y personal estudiando con ilusión y esperanza para un examen que ni siquiera les ha dado la oportunidad de demostrar todos los conocimientos que tenían sobre el trabajo enfermero.

El examen de Enfermería se ha basado en una desproporcionada cantidad de terminología no enfermera y abreviaturas técnicas, alejada de la realidad de los cuidados de enfermería basados en la evidencia científica, y en la realidad de su práctica asistencial diaria.

Se repite el mismo desastre que en el caso de OPE de Fisioterapia, un examen incoherente y ambiguo que da como resultado una OPE de “desestabilización” y despropósito sin igual en la historia de esta comunidad autónoma.

El examen parecía no tener como objetivo evaluar el conocimiento de las opositoras y opositores, sino más bien parece mostrar su interés en aumentar la dificultad de una prueba que mantiene la temporalidad y desestabiliza a las enfermeras y que apenas aprueben el examen unos cientos de personas para así no tener que baremar a la cantidad de opositores que se han presentados. 

Mucho nos tememos, además, que este examen lo aprueben menos opositores que plazas hay convocadas, lo que resultaría muy grave a nivel de reducir la temporalidad.