Barrera (Vox) aboga por mayor seguridad y control migratorio en Alicante: “Sin seguridad no hay libertad”

El vicepresidente primero de la Generalitat, Vicente Barrera, vincula la delincuencia con la inmigración ilegal y la ocupación ilegal en Alicante, llamando a medidas urgentes y más presencia policial.

Vicente Barrera, ha expresado su preocupación por la “inseguridad” en la zona norte de Alicante, atribuyéndola a la “inmigración y okupación” de viviendas. Barrera ha prometido inversiones por parte del Consell para abordar los problemas en estos barrios.

Durante una reunión con representantes de asociaciones vecinales del Distrito 2 de Alicante, Barrera declaró a los medios que “no existe libertad sin seguridad” y señaló la ocupación ilegal y la inmigración como “factores decisivos” en la situación de inseguridad. Acusó al Gobierno central de fomentar la inmigración ilegal y colaborar con “empresas o asociaciones de tráfico humano”.

Barrera propuso combatir la inmigración ilegal y la ocupación ilegal, aunque admitió que la solución es compleja y depende del Gobierno central. A pesar de no tener datos específicos sobre la ocupación ilegal, abogó por una postura de “tolerancia cero”. Además, propuso inversiones en los barrios de la zona norte, destacando la falta de inversiones y comunicaciones de transporte público en la zona.

El vicepresidente también abogó por un aumento de las dotaciones policiales, señalando la falta de medios tanto materiales como humanos. Hizo un llamado a abordar la realidad y a implementar medidas para evitar situaciones similares a las de Barbate.

“Sin seguridad no existe la libertad”, afirma Vicente Barrera, destacando la necesidad de reforzar la presencia policial y controlar la inmigración ilegal en los barrios de Alicante.

Julio Calero, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante, se unió a la reunión y defendió las actuaciones del consistorio, mencionando correcciones al servicio de Policía de Barrio para aumentar la presencia en la zona. Calero admitió que, a pesar de los esfuerzos, los vecinos aún transmiten sensación de inseguridad.

Las asociaciones vecinales solicitaron inversiones y un plan de choque, destacando la necesidad de viviendas sociales y medidas para mejorar la convivencia. Celia Campelo, presidenta de la Asociación de Vecinos de Juan XXIII, alertó sobre la presencia masiva de okupas y el aumento de la venta de drogas en los barrios.

Maximiliano Escudero, mediador de la zona norte, negó que estos barrios sean los más peligrosos de la ciudad y atribuyó los problemas a conflictos familiares. Abogó por la educación como medio para cambiar la sociedad y lamentó la expulsión de niños de las escuelas por malas conductas, contribuyendo a la problemática social.